miércoles, 14 de diciembre de 2011

Ruta 66








Una de ruta 66
En este escrito no pretendo ofender, ni faltar al respeto a nadie, solo quiero exponer una visión propia de unos hechos y una temporada, cualquier creencia de lo contrario es errónea pues es solo mi visión en “MI FACEBOOK”
(La verdad entre bambalinas)
En Mayo de cierto año un buen amigo sabía que yo buscaba trabajo me propuso que le acompañara a un garito nuevo que acababan de abrir para entrevistarme con los dueños, la verdad es que más que una sociedad parecía una cooperativa, pues tenía nada más y nada menos que siete dueños ( Jordi, Silvia, Peska, Arantxa, Jose, Cinty y Emilio) a mi esa noche me entrevisto Jose “el desgracia” era su apodo y en la entrevista solo me hizo dos preguntas, si sabia pelear y si me picaba ( heroína ) a lo primero le dije que cuando llegase el momento se vería y a lo segundo que solo me picaba tinta, tras las preguntas y sus correspondientes respuestas me dijo que el sueldo era de cinco mil por noche y barra libre lo que me fue bien, ya que en esas épocas, yo bebía bourbon y era bastante caro y que mi trabajo consistiría en cuidar celosamente de los coches de los clientes en el aparcamiento y de encargarme de los borrachos y macarras que surgieran en la noche dentro del local pero con tacto y que si alguno ponía una denuncia no podían hacerse cargo pues estaba sin contrato, la verdad es que en un principio me pareció un buen trabajo, de hecho en sí lo era, barra libre y sesenta mil al mes por doce noches de trabajo, estaba bien, los primeros dos años el Ruta 66 estaba plagado de ladrones de coches que con el paso del tiempo y mucha mano izquierda fueron tomando la decisión de buscar otro sitio más tranquilo para sus actos de dudosa legalidad, en el primer año se reunieron cinco de los siete propietarios y pactaron devolverle a Jordi su inversión y pedirle amablemente que dejase la sociedad, supongo que sería por el hecho de que le gustaba mucho la fiesta y ellos eran ante todo unos comerciantes, así que no había duda el Ruta 66 se quedo con cinco propietarios y al año siguiente, Emilio siguió el mismo camino que Jordi, nominados y expulsados y el local se queda con cuatro propietarios, pero ya no cabía la posibilidad de mas expulsiones pues Jose y Cinty eran los que se encargaban de toda la administración, funcionamiento y escaso personal y Peska con Arantxa se encargaban de traer grupos como ( Legión, Los Suaves, Reincidentes, etc.…) así como grupos locales de los mejores como ( Corrosión, Alkimia, Conemrad, Ataúd Vacante, Guerrilla Urbana ) al final del primer año se había formado un equipo de considerables aptitudes para un local de esa índole en la barra por turnos Jose y Cinty, Arantxa y Peska, y como refuerzo Eva una niña esplendida como mujer y como persona aunque algo ingenua y de gran corazón en el piso superior pinchando y con una cultura musical de lo más increíble Fernando “Falco” un saludo amigo, recogiendo los vasos y a veces de refuerzo en el ropero primero Rosa Arriaga y después su fallecido hermano Antonio ( D.E.P ) todo un autodidacta, artista y amigo al que dedico este relato, bueno la cosa pintaba bien una sala de conciertos donde los heavys éramos bien recibidos y se nos obsequiaba con alcohol a buen precio y buena música, pero claro como todos los negocios de este tipo, el Ruta 66 fue invadido por una plaga primero pequeña pero que después prolifero, de pijos y esnobs, que se disfrazaban de tipos duros los fines de semana y a los que ya Obús condenaran en su tema “estúpido acusador” y como el Ruta estaba lleno de estos molestos e inevitables memos que podían pagar copas como ( diablitos, tequila, mezcal, etc.…) que claramente daban mas rentabilidad que los heavy de toda la vida que solo bebían cerveza con un clarísimo margen de ganancias inferior, pues claro se contrato a otro pinchadiscos que como era de esperar empezaría con musiquillas grunge dejando a los virtuosos a un lado y no digo que sea música ”despreciable” pero no era la música con la que empezó el Ruta y que les sirvió para atraer gente y desde luego tampoco era el ambiente; Muchos hoy día recuerdan el Ruta como algo grande que paso en Tenerife y en cierta manera es verdad, pues muchísimos grupos de aquí e islas vecinas tuvieron la oportunidad de deleitarnos a todos con sus impresionantes músicos e incluso se trajeron grupos de la península y extranjero que ni el ayuntamiento se había molestado en traer y menos después de lo sucedido con Barricada (lo que estuvieran sabrán de lo que hablo) en la plaza de toros y desde aquí les mando a los responsables de dicha sala un saludo por las inmensas horas vividas y desde luego por los “dos primeros años” de Ruta 66, pero todo lo demás aunque lo recordemos con añoranza son solo los recuerdos de unos bonchos que nos nublaron la realidad, pues aunque hubiésemos heavys éramos relegados a un segundo plano por los niños snobs, financieros y demás que se disfrazaban los fines de semana faltándonos al respeto a nuestra verdadera identidad, a nuestro uniforme, a nuestra ideología musical y desde luego al reducto que habíamos creado con nuestra presencia, lo que la gente recuerda son los desvaríos de una discoteca que se infecto de pijos que olían a cuero nuevo y a coches pagados por papa y así el ruta se convirtió en una discoteca mas, que solo perseguía un fin “ dinero”
No digo, que no fuera una época memorable para muchos, pero yo trabaje durante seis años viéndolo todo desde bambalinas y escuchando comentarios despectivos hacia la población que no consumía pero que quería ser abrazados por el manto del heavy, si es cierto que cuando otras discotecas cerraban a las tres el Ruta se mantenía abierto hasta el amanecer ( buena película por cierto ) pero no lo hacían por un amor a una creencia ideológica, si no por el vil metal, que además permitió que un montón de pijos trajeados se disfrazaran los fines de semana y se entremezclaran entre nosotros pero había algo que no podían quitarse de encima y era ese olor a cuero no domado, a cuero nuevo y esos ademanes largamente estudiados frente al espejo de su casa, recuerdo banqueros, policías, incluso hijos de políticos mezclándose entre nosotros y diciendo frasecitas como “yo he sido heavy toda la vida” y seguro que no pasaban la prueba del algodón.
En fin yo desde aquí quiero mandar un saludo a todas las autenticas eminencias de nuestro mundo que sufrieron por esa invasión y recordarles que “NO FUE TAN GLORIOSO” aunque las noches de alcohol no nos lo recuerden así, más bien fue un negocio en toda regla, que empezó dedicado a un tipo de vida y que cuando vio el dinero cambio de manera radical vendiendo nuestra imagen a los chupi guapis.
Y con esto no digo que no, debamos ser tolerantes, pero por Dios nosotros llevamos luchando con todas las consecuencias por nuestra identidad y por lo menos a mi no me gusta que me imiten un montón de tipos malcriados a los que se les ha dado todo y no conocen el concepto de la palabra “lucha” puede que yo no tenga riqueza, ni apellido ilustre, pero tengo mi identidad y os aseguro que después de cincuentaiun año luchando por ella no la vendo, lo mío a sido un luchar para mantenerme y si no recordad cuantos de nuestros antiguos amigos siguen en la brecha .
Un saludo a todos.
Ángelo Reforzo.

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